Llegó la primavera, y en una celda más grande que las otras, salió una reina; al salir se dio cuenta de que no era como las otras, sino más grande. Sabía que había otra reina y una de las dos tenía que irse. Se le unieron varios zánganos y obreras cargadas con miel y polen para el nuevo panal. Antes de irse, las exploradoras se adelantaron a explorar el campo y encontrar un nuevo emplazamiento donde poder tener un lugar digno para empezar una nueva colmena.
miércoles, 13 de octubre de 2010
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