Bueno, aquí estamos frente a frente este “aparatejo” u ordenador y una servidora. La relación no puede ser más dispar: él, impasible y seguro, esperando que el “clic” se haga en la forma adecuada para responder sin fallar. Servidora, con los nervios a flor de piel y totalmente insegura, porque en eso de seguir los pasos ¡UUUFF…qué complicado!. ¡Y qué grande mi despiste! Y el ratón, aún sigue faltándome mesa para manejarlo.
Aún así, cuando el clic funciona, nos alegramos los dos; servidora sospecha que algún día se centrará, porque me resulta interesante y ameno lo que vamos consiguiendo juntos. Así que: “ ¡Hala, majo”. Disculpa por lo de “aparatejo”, porque a la que le caen grandes las nuevas tecnologías es a una servidora.
Un saludo (de momento) respetuoso desde la silla de enfrente, y no me tengas en cuenta el que no te dé nunca los buenos días.
miércoles, 13 de octubre de 2010
EL ORDENADOR Y UNA SERVIDORA
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