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jueves, 18 de marzo de 2010

Pedro J. Rivas del Club de Lectura de Romareda recomienda...


Suecia, infierno y paraíso. (Suezia, inferno e paradiso.)
Altavilla, Enrico.
Barcelona: Círculo de Lectores. 1973. 232 p.
ISBN: 84-226-0122-2.
Como ya tuve ocasion de comentaros en la primera sesion de lectura de este libro, a finales de los años 60, los españoles ya tuvimos ocasion de eliminar muchos topicos por los que se conocia a Suecia (Bienestar social, Olof Palmer, turistas, etc), y todo gracias al libro "SUECIA INFIERNO Y PARAISO" del italiano Enrico Altavilla.

Libro que todavia guardo, pero que justo ahora que me hubiera gustado llevarlo para que lo hubieseis leido, no lo encuentro.


No me atrevo a decir que sea un libro recomendado actualmente, ya que mi recuerdo es el gran impacto que su lectura nos causo a los jovenes de esos años.

Saludos.
Pedro J. Rivas. Club de Lectura Romareda
A finales de los años sesenta, un ensayo titulado Suecia, infierno y paraíso, del periodista italiano Enrico Altavilla, arrasó en las librerías españolas. El paraíso sueco estaba formado por una sociedad del bienestar que ponía a la gratuita disposición de sus ciudadanos los servicios públicos más necesarios y aún otros que nos parecían de lujo. El infierno al que se refería Altavilla estaba conformado por la soledad y la falta de relaciones, el alcoholismo y la escasez de sol, que desembocaban en la depresión, causa de un elevado índice de suicidios, y en una sexualidad desaforada. Aquella sexualidad que se vivía en Suecia, tan criticada en las páginas de aquel libro, era lo que atraía a la mayoría de los jóvenes españoles de entonces, huérfanos de toda libertad al respecto. Pero interesaba también la cultura política de su democracia, que nos asombraba. Mientras, el turismo ya había instalado en nuestro inconsciente colectivo el estereotipo de las suecas como ideal femenino: altas, rubias, de ojos azules y cuerpo escultural, liberadas sexualmente, que el cine se encargó de afianzar con estrellas como Bibi Andersson, Anita Ekberg o Mai Zetterling.

En los primeros años del siglo XX Suecia había pasado de una estructura social rural y agrícola a una industrialización galopante. Su sistema político, fundamentado en el socialcristianismo del Partido Liberal de Centro y en la socialdemocracia, supo evadirse de los cantos de sirena del nacionalsocialismo alemán y del socialismo soviético para fundar un capitalismo cimentado en las libertades públicas y la igualdad de oportunidades, financiado por un sistema impositivo implacable, que dio lugar a una sociedad del bienestar envidiable y envidiada por la práctica totalidad de los países europeos.
FRANCISCO R. PASTORIZA | SANTA CRUZ DE TENERIFE