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Bienvenidos a un nuevo espacio en nuestro Blog; "Recomiendalibros".
Seguimos creciendo; un nuevo grupo de lectura en Zaragoza, nuevas plazas en Calatayud y cómo no un espacio en el que no sólo hablemos de nuestros libros. En éste tendrán cabida todos y además podremos tener a mano herramientas útiles, opiniones, críticas, novedades…

Esperamos que seáis vosotros quienes lo enriquezcáis con vuestras recomendaciones de lectura, vuestras críticas y vuestros comentarios.
Os animo a participar y a hacer mucho más rico nuestro pequeño espacio literario.



miércoles, 13 de octubre de 2010

Microrrelatos premiados en el concurso de microrrelatos IASS 2010


COSAS DE VIEJOS
No quería sentirse un viejo inútil y, ante el desafío de algo tan difícil como era encontrar realmente una aguja escondida en un pajar, imaginó todo tipo de actuaciones posibles. Revisar la paja, brizna a brizna, tal vez con la ayuda de un imán; incluso prender fuego al pajar y después aventar las cenizas. Pero se deprimió profundamente al comprobar…¡que no era capaz de recordar siquiera dónde estaba el pajar!.
Respiró hondo al darse cuenta de que sólo era un mal sueño y nadie le había pedido siquiera que buscase una aguja. Lo comprendió cuando su nieta le despertó diciéndole, entre lágrimas, que no le hacían caso los compañeros de clase. Y se sintió de nuevo seguro, importante, arraigado en la vida, observando el interés con que la niña le escuchaba los pequeños trucos de sociabilidad que había aprendido en sus años mozos.

EL SUEÑO

Teníamos la vida por delante, llena de ilusiones y proyectos. Todo se rompió, de pronto, una grave enfermedad y una muerte inevitable. Yo lo miraba con ojos que ya no veían, hubiera querido abrazarlo para que nuestras almas se fundieran. Pero no pudo ser, lo envolvieron en sábanas blancas y lo sacaron de aquella habitación que ya era la suya.
Pasaron muchos años, un día mientras yo dormía, él vino. Vestía de blanco, como se fue, vino a darme ese abrazo que yo tanto ansiaba. Un dulce abrazo vestido de ropa blanca.



ABUELA SORPRENDIDA
La abuela, como otras veces, se encontraba al cuidado de sus nietos gemelos de cuatro años.
Llegó la hora de la siesta y no callaban, decidió compartirla con ellos y, con un poco de suerte, igual llegaban a dormirse; pero ellos a lo suyo, no callaban.
Había tenido un “gatico” buenísimo, que jamás les arañó, que jugaba con ellos, pero hacía unos meses que había muerto, y les habían dicho que estaba en el cielo.
Juan le dijo a José: ¿Qué te parece si esta tarde nos morimos un rato, nos subimos al cielo a jugar con Misy y luego nos bajamos?. José le dijo: Vale.
La abuela no podía creer lo que estaba oyendo, los dejó solos, pues sus conversaciones no eran aptas para mayores.

HISTORIA DE UNA NIÑA


Llegó la primavera, y en una celda más grande que las otras, salió una reina; al salir se dio cuenta de que no era como las otras, sino más grande. Sabía que había otra reina y una de las dos tenía que irse. Se le unieron varios zánganos y obreras cargadas con miel y polen para el nuevo panal. Antes de irse, las exploradoras se adelantaron a explorar el campo y encontrar un nuevo emplazamiento donde poder tener un lugar digno para empezar una nueva colmena.

¿UNA CASUALIDAD?


Los erizos antes, no eran como los de ahora. Tenían un pelaje suave y se dejaban acariciar con ternura. Por eso, cuando alguien encontraba uno se lo llevaba a su casa, lo metía en una jaulita preciosa y le daba de comer durante el resto de la vida del animalito. Sólo que, en tan amable situación, nadie pensaba en la reproducción de la especie y cada vez había menos. Por no se sabe qué mutación genética, uno de ellos nació como los que ahora conocemos. Y a la madre, la comadrona, el padre y cuantos fueron a visitar a la familia a partir de entonces, les produjo tanto miedo ver el aspecto intolerante del nuevo que a todos, todos, se les pusieron los pelos de punta para siempre.
Y resultó práctico a la hora de defenderse. Así que aquella mutación genética tal vez no fue una casualidad, porque permitió la supervivencia de la especia, sin cariños opresores.

QUÉ COSA ES


Qué cosa es, estar acompañada y sentirse sola
Qué cosa es, hablar de judías y que te respondan de garbanzos
Qué cosa es, decir o hacer algo por su bien y lo interprete mal
Qué cosa es, que te diga “casi se cae ese niño” (físicamente está bien) y no ha ido a cogerlo
Qué cosa es, que no tenga iniciativas propias
Qué cosa es, que siendo buena persona y con sentimientos excelentes, no sea capaz de expresarlos.
Qué cosa es, cuando te dice, casi no me habla nadie (fuera de la familia)
Qué cosa es, que su mente esté inválida
Qué cosa es, convivir con una persona que no puede decidir por sí misma
Qué cosa es, que te hundes muchas veces por esa convivencia, y a la vez, todo lo que aprendes de esa persona
Qué cosa es, tener que dar un ambiente tranquilo al enfermo y a la familia
Qué cosa es, cuando un miembro de la familia le coja su zarpazo
Qué cosa es, una enfermedad mental y sus episodios…..

DOCALY


Como cada año, con la llegada del verano, empezaba el ritual del baño. En el pueblo hay un lugar especial, la huerta de San Antonio, paraje maravilloso, un pequeño claro en medio de una chopera, en la orilla del río y rodeado de huertas con frutales. Era lugar de inicio de muchas cosas, la excusa era la natación, chicas y chicos se iniciaban, y también lo hacían en el contacto entre ellos; con los bañadores se descubrían las pieles sonrosadas de la pubertad, se formaban parejas, que, poco a poco, se perdían por las huertas. Había una a la que nunca se entraba: era la del señor Manuel, siempre estaba allí, con su mal carácter, regañando al que entraba, mirando siempre, controlando los movimientos de los chavales, no era mirón, como algunos en el pueblo pensaban.
Los melocotones eran dulces y jugosos.

EL ORDENADOR Y UNA SERVIDORA


Bueno, aquí estamos frente a frente este “aparatejo” u ordenador y una servidora. La relación no puede ser más dispar: él, impasible y seguro, esperando que el “clic” se haga en la forma adecuada para responder sin fallar. Servidora, con los nervios a flor de piel y totalmente insegura, porque en eso de seguir los pasos ¡UUUFF…qué complicado!. ¡Y qué grande mi despiste! Y el ratón, aún sigue faltándome mesa para manejarlo.
Aún así, cuando el clic funciona, nos alegramos los dos; servidora sospecha que algún día se centrará, porque me resulta interesante y ameno lo que vamos consiguiendo juntos. Así que: “ ¡Hala, majo”. Disculpa por lo de “aparatejo”, porque a la que le caen grandes las nuevas tecnologías es a una servidora.
Un saludo (de momento) respetuoso desde la silla de enfrente, y no me tengas en cuenta el que no te dé nunca los buenos días.

EL MAR



Todos los días se veía su silueta a la orilla del mar. Con sus cansadas piernas y su bastón, andaba y andaba, recordando sus tiempos de antes, cuando salía a la mar “marinero de agua dulce”, le decían al pasar, con cariño y con respeto para un hombre que no quería olvidar. Porque el mar es hermoso cuando está manso, que se junta su infinito con el horizonte y, cuando está bravío, que su espuma nos llega a salpicar. “Marinero de agua dulce”, te dejamos con tu mar y tus recuerdos.

UN DÍA CUALQUIERA


Cuando se despertó Rosa, había luz en el pasillo, miró el reloj y dijo:”Son las 6:30 de la mañana, ya viene Jesús Mª del trabajo, esta mañana le toca de noche. Bueno, ahora voy a estar pendiente, a las 7 tengo que levantarme, quedé con Feli para asistir al Rosario de la Aurora, en la Virgen del Río, hoy es la Virgen de Fátima y no puedo faltar”. Esto se hacía en la catedral, pero lleva 27 ó 28 años en obras. Ya está para abrir, está quedando preciosa por fuera y no digamos por dentro. Han salido unos frescos y unos azulejos de unas bañeras, o lo que sea, dicen que son dignos de ver. A lo mejor tenemos suerte y la abren enseguida.
Al salir de misa, nos hemos juntado varias amigas y hemos ido al casino, para desayunar café con churros. Estábamos muy animosas en la conversación y, de repente, dice Amelia:”Chicas, hoy es jueves y hay rastro, ¿por qué no subimos todas y terminamos la mañana estupendamente?.

PECULIAR COMUNIDAD DE VECINOS


La comunidad en cuestión de mi amiga Ana es como un giganteso pulpo con veinte descomunales tentáculos, formando otros tantos edificios: siete de nueve plantas y trece con seis, con ático anexo, lo que hace un total de 584 viviendas. En esta enorme edificación, ubicada en un barrio zaragozano, habitan, más o menos, unas dos mil personas, con domicilio en cinco calles. En los sótanos de esta gran colectividad, existen quinientos aparcamientos, cuatrocientos cuartos trasteros y una sala de grandes calderas, que consumen más de medio millón de litros de gasóleo al año. Los bajos están ocupados por establecimientos y locales de todo tipo; destacan: un excelente centro social para mayores y jóvenes, una gran superficie comercial, un popular restaurante, una oficina de correos, guardería, farmacia, dos autoescuelas, cinco bares y cuatro peluquerías. ¡VAYA COMUNIDAD!.

EL DESPERTADOR INOPORTUNO


Jamás había percibido una fertilidad semejante. ¡Qué vergel!. ¡Qué hortalizas!. Cabezas de ajos enormes, las cebollas, tomates y pimientos, eran, asimismo, de tamaño exagerado. También había gran variedad de exquisitas frutas, todo era como un fantástico paraíso, rodeado de acequias canalizadas en cemento y hierro. Por aquel lugar de privilegio, pasaba un río con poco caudal, pero con las aguas muy transparentes, en las que se veía con toda nitidez una gran variedad de peces, entre los que abundaba el lucio, el salmón y la trucha de buena medida. ¡Y yo, sin caña!. Sin duda ninguna, hubiese sido una delicia pescar en aquel lugar. A menos de cincuenta metros, de nuevo, un pequeño monte sin señales de acotamiento y con abundante caza alegró mi ya asombrada vista, poniéndome a tope el corazón. Y, entre conejos, liebres y perdices, sonó aquel “INOPORTUNO DESPERTADOR”.

SIN VALORES


¿Qué le pasa a esta juventud que no tiene ningún respeto ni ambición….?. ¿Qué les espera para el día de mañana?. El tiempo lo dirá.

PENSAMIENTO



Cuando veo el mundo actual pienso: ¡Dios Mío!, ¡que atraso hemos tenido los de nuestra generación!, ¡lo que nos hemos perdido por nacer tan pronto!.

PARRY


Yaya, ¿conoces a ese señor de la cabeza de huevo?. Sí. Mas no te engañe su cabeza. Ese huevo es todo “yema”, clara tiene muy poca; fíjate, ha hecho desaparecer diez millones de euros y no se sabe dónde los ha metido. ¿Y coge el bus?. Pues sí, y seguro que tiene tarjeta de jubilado y no paga billete. ¡Jo!. Vaya, no le entiendo. Ni yo tampoco mi amor.

EQUIVOCACIÓN


Me casé creyendo que cambiaría; no fue así. Mis hijos han pagado mi equivocación.

¡¡¡¡ASOMBRO!!!


Este niño se maravillaba porque nada, nada paraba el tiempo; ni un tsunami, ni una tormenta (por más grande que fuera), ni un terremoto, ni una tragedia, ni un acontecimiento deportivo, ni un eclipse….cada noche traía un nuevo día. Por eso es tan importante que no le malgastes, le dijo su padre, pues segundo que pasa, segundo que no vuelve.